Líquido de frenos
El líquido de frenos es
un líquido hidráulico
que hace posible la transmisión de la fuerza ejercida sobre el pedal de freno a
los cilindros de freno en las ruedas de automóviles,
motocicletas,
camionetas
y algunas bicicletas
avanzadas.
El líquido de frenos se
compone normalmente de derivados de poliglicol. En
casos extraordinarios (ej. coches antiguos, ejército) se usan líquidos de silicio
y aceites minerales.
El punto de ebullición del líquido de frenos ha de
ser elevado ya que las aplicaciones de frenos producen mucho calor, además la
formación de burbujas puede dañar el freno, y la temperatura de congelación ha
de ser también muy baja, para que no se congele con el frío. Los líquidos de
frenos convencionales tienen, según el Department of Transportation, DOT
(del inglés Departamento de Transportes) temperaturas de ebullición de
205 °C (DOT 3), 230 °C (DOT 4) o 260 °C
(DOT 5.1). Como puede observarse, cuanto mayor es el índice DOT mayor es
la temperatura de ebullición.
Debido a que el líquido de
frenos es higroscópico, es decir, atrae y absorbe humedad
(ej. del aire) se corre el peligro de que pequeñas cantidades de agua puedan
llevar consigo una disminución considerable de la temperatura de ebullición
(este fenómeno se denomina “desvanecimiento gradual de los frenos”). El hecho
de que el líquido de frenos sea higroscópico tiene un motivo: impedir la
formación de gotas de agua (se diluyen), que puedan provocar corrosión
local y que pueda helarse a bajas temperaturas. Debido a su propiedad higroscópica
se ha de cerrar la tapa del recipiente lo antes posible.
disco de freno
El freno de disco es un sistema de frenado normalmente para ruedas
de vehículos,
en el cual una parte móvil (el disco) solidario con la rueda que gira es
sometido al rozamiento de unas superficies de alto coeficiente de fricción (las
pastillas) que ejercen sobre ellos una fuerza suficiente como para transformar
toda o parte de la energía cinética del vehículo en movimiento, en calor, hasta
detenerlo o reducir su velocidad, según sea el caso.[1]
Esta inmensa cantidad de calor ha de ser evacuada de alguna manera, y lo más
rápidamente posible. El mecanismo es similar en esto al freno de tambor, con la
diferencia de que la superficie frenante es menor pero la evacuación del calor
al ambiente es mucho mejor, compensando ampliamente la menor superficie
frenante.
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